Si sientes que te falta motivación para cumplir responsabilidades laborales, que los días se te hacen largos o fastidio ante ciertas órdenes, está atento; podrías estar padeciendo de burnout o más conocido como síndrome del trabajador quemado, una enfermedad que ha sido reconocida como tal por la OMS.
El portal web CuidatePlus lo define como “un estado de agotamiento físico, emocional y mental”. Este está directamente “vinculado con el ámbito laboral, el estrés causado por el trabajo y el estilo de vida del empleado”.
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Aunque en principio se creía que solo se daba en trabajadores que brindan atención al público, pero lo cierto es que se ha evidenciado en otros aspectos laborales más privados y de oficina. “En el origen, parecía que las profesiones en contacto con personas podían ser ser las que provocan más burnout; pero hoy sabemos que está más relacionado con aspectos organizativos y con la capacidad de dar respuesta a los problemas que se plantean en el trabajo”, dice el el psicólogo Herbert Freudenberger.
¿Cómo detectar el síndrome del trabajador quemado?
Quien lo padece suele no identificarlo pronto, así como tampoco generar alerta ante las causas que lo producen, ya que por el mismo síndrome asume que son situaciones a las que “no le queda otra” que enfrentarse.
Los factores pueden ser poca pedagogía de parte de empleadores, carga laboral por encima de la capacidad humana, abuso en las horas de trabajo de manera continua, poca autonomía y mala relación con el entorno compartido.
Algunos de los síntomas pueden ser son baja autoestima, agotamiento mental y conductas agresivas; también dolor de cabeza o articulaciones, impaciencia, bajo rendimiento, insomnio e incluso taquicardia.
