El blog Monteriano.
Cuando un monteriano se va a vivir al extranjero, son muchas cosas las que extraña de su tierra y hace lo que sea por volverlas a tener o volverlas a vivir. Contrario a lo que muchos piensan, cuando un monteriano se va de su ciudad lleva en su mochila un motete de recuerdos y de recursos que lo puedan mantener anclado a sus raíces, conectado a sus costumbres.
Lo primero que se extraña muchas veces no es la familia sino la comida. Lo digo porque al principio uno está o cree estar de vacaciones y sabe que pronto volverá a ver a su familia. Pero la comida puede convertirse en aquello que más nos hace falta especialmente cuando no estamos muy acostumbrados a los sabores e ingredientes del país anfitrión.
Entre las cosas que más extraña un monteriano de la Perla del Sinú, están:
1. La comida
Los manjares sinuanos que más apetecemos mientras vivimos en el extranjero son: El suero atollabuey, el queso costeño, el sancocho de gallina, el sancocho de pescado, el mote de queso, arroz de coco, la viuda de carne salada, el bocachico frito, viuda de pescado, sopas, galletas de limón, casabe, diabolines, ajonjolí, bolitas de tamarindo, todos los dulces hechos a base de frutas; los jugos naturales, tales como zapote, níspero, maracuyá, tamarindo, mango.
2. La Familia
¿Quién no extraña las reuniones familiares?, esas reuniones cotidianas del día a día. Como cuando uno se reúne con sus seres queridos a tomar un tinto en las mañanas o simplemente a disfrutar de una amena conversación o ver un programa de televisión juntos. ¿Quién no extraña a la familia en la Navidad?, es en esta época cuando más afloran los sentimientos y deseamos con fervor pasar estas fechas especiales con nuestra familia.
3. Los Amigos
¿Quién no extraña esos momentos con los amigos, sentados en la terraza o en la esquina del barrio o paseando por las calles de la ciudad o por la Ronda del Sinú? Esos amigos con quienes nos íbamos de rumba a esas discotecas y tabernas que ahora solo existen en el recuerdo, tales como Oro Sólido, Coralicoco, La Jungla, Escape, La Choza, Bucaneros, Arrecife, La Playa, Megatron, La Morena y otras tantas que fueron como una estrella fugaz.
4. La Música
Si se nos eriza la piel con el Himno Nacional, ahora imagínense cuando suena un Porro o un vallenato en tierras lejanas. Nuestra música se convierte en una gran compañía para esos momentos en que queremos sentirnos cerca de nuestra tierra y de nuestros seres queridos.
5. El Transporte
Tener un vehículo propio en muchos países del mundo, no es un lujo, es una necesidad y si se nos daña el que tenemos o simplemente escasea el servicio de transporte, es cuando añoramos estar en nuestra bella tierra, porque en Montería no nos varamos por servicio de transporte, aunque no sea el más eficiente.
Aunque exista el día sin carro, el día sin moto y el día sin parrillero. Aun así, los buses, taxis, planchones y mototaxis están a la orden del día y el que un amigo o conocido nos dé un chance no tiene precio o que podamos ir caminando porque las distancias son relativamente cortas y podemos andar a pie.
6. Las Tiendas de Barrio
¿Quién no se ha levantado por la mañana y se ha encontrado con que se le acabo la leche o el azúcar y olvidó comprarla el día anterior? Pues toca cambiarse e ir en carro al supermercado a comprar tan solo ese litro de leche. Allí es cuando extrañamos la tienda del barrio, esa que si no está abierta, se le toca la puerta al tendero para que nos despache por la ventana, o cuando estamos cortos de dinero pedimos que nos fíen o simplemente que nos den crédito con un vale de cartón, cosa que no pasa en el extranjero si no llevamos una tarjeta de crédito.
7. El Calorcito
Cualquiera diría que estoy loca, ¿quién va a extrañar el tan caliente clima de Montería? Pero cuando se ha estado expuesto a las bajas temperaturas, las heladas o las tormentas de nieve, es cuando se extraña el calor de la tierra. He escuchado a más de uno decir cuánto extrañan el calor de la costa, el calor sabanero y es que el calor no es solo característico del clima cordobés, sino también de la gente. Porque Córdoba es una región donde el calor es inherente al ser humano, lo mejor de mi región es el calor humano de su gente.
8. Las Fiestas
Un monteriano extraña la semana santa con hicotea o sin ella y un fricaché de bagre con arroz de frijolito, el festival del dulce en la Ronda del Sinú, las procesiones y eventos parroquiales de los días santos.
Un monteriano extraña la Feria Ganadera con su reinado popular, nacional e internacional de mujeres bellas, los conciertos y música por doquier, además de la exposición de nuestros mejores ejemplares de ganado. Un monteriano extraña El Festival del Río Sinú y El Festival del Porro.
Un monteriano extraña La Navidad y Fiestas de fin de año, la música, los villancicos, el pesebre, las novenas, la natilla y los buñuelos.
9. La Ronda del Sinú
Días antes de irme a vivir al exterior me senté en una banca en la ronda y escribí en una hoja todo lo que observaba, quería dejar plasmado allí toda vivencia que se experimenta en la Ronda del Sinú. Desde allí se puede observar el vaivén de los planchones, que a su vez adornan nuestro hermoso e imponente Río sinú; se puede observar a las amigables y señoriales iguanas, ícono de nuestra región; sus inquietas ardillas rojas, sus traviesos monos colorados, sus tiernos y pasivos perezosos, la brisa de la tarde que invita a sus pobladores a disfrutar de este bello lugar, los niños divirtiéndose en el parque de juegos, el CAI de la Policía que brinda seguridad, las heladerías que ofrecen sus productos para refrescarnos, los artesanos que nos ofrecen artículos típicos de nuestra región, el barbero que ofrece su mejor look para los monterianos y visitantes, El MUZAC que ofrece muestras de arte de expositores regionales, nacionales e internacionales, el nuevo Muelle que le da un aire más turístico y atractivo a la Ronda.
En pocas palabras La Ronda del Sinú es un museo de experiencias donde podemos apreciar lo nuestro, la cultura y la historia de nuestra región.
Estas y otras cosas más, son las que un monteriano desearía tener mientras vive lejos de Montería.
Escrito por Heidy A. Cermeño Brun, una monteriana en Estados Unidos. (FB. PerlaSinú en USA)
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