¿Se acuerdan de Pokémon Go? El juego que puso al mundo de cabeza con jóvenes, y no tan jóvenes, cazando esos interesantes “animalitos virtuales” para hacerlos más fuertes y ganar batallas, mientras subían de nivel.
En Montería, el fenómeno no pasó desapercibido, y no es para menos, teniendo casos de jóvenes que se adentraban al río a cazar las particulares criaturas, otros que duraban noches enteras en las poke-paradas, sin dormir ni comer y algunos que, incluso, compraban extensiones para poder tomar energía de lugares “lejanos” a las estaciones.
Montería se llenó de jugadores, que ya eran conocidos por recorrer en bicicletas toda la ciudad en busca de pokemones. Llegó el momento en el que sólo se veía a jóvenes con toda su atención puesta en teléfonos celulares, pendientes a la aplicación o a los grupos creados en redes sociales, para informar sobre apariciones, eventos o logros.
Pero la fiebre se pasó y las personas, poco a poco, fueron abandonando el juego aquí en Montería y en todas partes de mundo, donde en menos de un mes, más de un tercio de los jugadores ya había desinstalado la aplicación.
Las teorías que los mismos usuarios plantean al respecto son muchas, por ejemplo: que el juego no estaba ofreciendo incentivos más allá de los propuestos en un principio; que la gente ya no podía pasar los niveles tan fácilmente; que habían muchas personas que hackeaban su cuenta y obtenían logros sin hacer esfuerzo; que las poke-paradas de la ciudad no eran suficientes y que muchos celulares root, fueron inhabilitados para utilizarse… o, simplemente, hablando sin tanta tecno-terminología, la moda se pasó y el juego murió.
Pokémon Go fue un fenómeno viral, en todo el sentido de la palabra: 45 millones de personas lo jugaban, y quienes no lo hacían, sí sentían la necesidad de descargarlo. Como quien dice “Para ver cuál era el cuento del Pokémon Go”, pero pasó de ser un “fenómeno” a ser un “juego”, y todos se dieron cuenta de ello, de manera que el “boom” se acabó y la gente volvió a su realidad.
Pero tampoco hay que decir que nadie lo juega. Aún hay quienes lo hacen con regularidad, sin embargo, lo cierto es que son muy pocos y se notan cada vez menos. Por lo que el compromiso queda en manos de la empresa Niantic, desarrolladora del juego, para que proponga entre sus nuevas actualizaciones un verdadero reto que despierte a los entrenadores con cuentas abandonadas y que salgan nuevamente a atraparlos todos.