En la vida del ser humano trascurren varias etapas; la mujer hace parte de este mundo en el que estamos sumergidas en una sociedad cada vez mas exigente, de más retos y mayor competitividad en el trabajo; el género femenino debido a la explotación, abusos y discriminación de todo tipo a la que ha sido sometida ha logrado espacios en igualdad de condiciones que el hombre, pero aún sigue siendo discriminada, sus derechos violados muchas veces, victima del abuso sexual, del maltrato fisico, y su papel de esposa, compañera, madre y/o ama de casa es subvalorado frecuentemente, hasta llegar al punto eventualmente de ser tratada como objeto.
Vale la pena destacar y reconocer la multiplicidad de responsabilidades y tareas que en nuestra cultura universal se piensa que son propias para la mujer, pero precisamente éstas se han convertido en una especie de plataforma para potencializar y desarrollar hábilidades conjuntas que le permiten una evolución constante en la naturaleza humana y a la globalización del mundo. Ejemplo de ello es que una mujer a través de lo que se llama inteligencia emocional puede al mismo tiempo mover una pelota, hablar por telefono, escribir, escuchar a otra persona y hasta hacer otras actividades.
La mujer debe vivir cada ciclo de su vida, no solo en el ámbito laboral, sino en sus diferentes roles, sin importar su edad, porque aunque su protagonismo desaparezca en diferentes escenas con el paso de los años, se es más consciente de su existencia y se disfruta cada instante con la satisfacción de las experiencias vividas, sin importar el impetú de la juventud, porque cada etapa ha sido vivida y ahora debe gozarse de mayor plenitud, al comprender que siempre habrá una nuevo camino que recorrer y que cada día tiene su encanto y cada sueño será un mañana, con la bendicion de Dios.
Escrito por: Luz Elena Gonzalez
