Ante las víctimas y la prensa local, miembros de la Comisión de la Verdad presentaron este 22 de julio en Montería, la síntesis, los hallazgos y las recomendaciones del informe final sobre el conflicto armado en Colombia.
La periodista Martha Ruiz, la académica Tania Rodríguez y la economista y especialista en estudios políticos, Alejandra Miller, líder además del movimiento feminista nacional, estuvieron a cargo del foro y detallaron un resumen de la verdad que se halló en Córdoba en lo que a los años de violencia respecta.
Una de las afirmaciones más contundentes de las voceras, es que “en Córdoba se sigue repitiendo el conflicto”, palabras expresadas por Ruiz, quien rechazó el hecho de que en algunas zonas de este departamento, aún haya reclutamiento forzada y homicidios contra líderes sociales.
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De acuerdo con la fuente, en esta región del país los esfuerzos han quedado “incompletos”, por lo que es necesario que se sigan afianzando en pro de las comunidades, para poder dejar de una vez por todas el conflicto en el pasado.
“Los desarmes, al quedarse incompletos y no lograr una consolidación, han terminado por un lado en reciclaje de grupos armados como vemos hoy con el Clan del Golfo y otros. También hemos visto el despojo de las tierras, hecho a través de figuras legales”, expresó.
Guerrilla y paramilitarismo: gran parte de la verdad del conflicto
Guerrilla y paramilitarismo son dos aspectos fundamentales dentro del informe final de la Comisión de la Verdad, pero no por separado, sino de manera articulada, ya que se comprobó que, al menos en Córdoba, sí hubo una relación durante los años de violencia.
“El paramilitarismo lo trae a Córdoba el narcotráfico y a partir de allí empieza a expandirse y a consolidarse el proyecto paramilitar que encontró un medio ambiente propicio porque tenía el Golfo de Morrosquillo y las rutas”, indicó Ruiz.
En este contexto, la Universidad de Córdoba juega un papel fundamental, pues las miles de escuchas que analizó la comisión en aras de destapar la verdad, llevaron a concluir que este claustro fue por muchos años una sede administrativa de las autodefensas, y que desde allí se orquestaban hechos de violencia.
Con estos y otros hallazgos lo que se quiere es que trascienda todo lo ocurrido por más de 50 años, y que se cumpla de una vez por todas el principio de la no repetición, en especial en esta departamento, que -como dijimos anteriormente- es uno de esos en los que el conflicto aún no termina.
