A partir del jueves 11 de junio de 2015 se inaugurará la exposición colectiva “Dimensiones Paralelas” en el MUZAC, Museo Zenu de Arte Contemporáneo, en la cual los artistas Danny Esquenazi, Juan Carlos Amaya, Juan Ricardo Mejía, Sebastián Trujillo y el venezolano Yanel Sánchez, mostrarán sus trabajos. La exposición consta de 35 obras bidimensionales en distintos formatos y es organizada por la Galería LGM y la Caja de Compensación Familiar de Córdoba Comfacor.
En esta exposición podremos ver cinco propuestas de arte contemporáneo, unidas por su deseo de comunicarse con el espectador actual, ofreciendo caminos diversos a dimensiones paralelas. Estos trabajos artísticos han sido creados teniendo en cuenta la hiper-saturación informativa del contexto en que vivimos actualmente, por eso los expositores buscan la manera de que el arte nos conmueva a pesar de las circunstancias, de allí que el concepto de la exposición colectiva sea este:
“La vida del ser humano contemporáneo está sobrepoblada de imágenes y sensaciones… Millones de mensajes buscan cautivar su atención segundo a segundo… Desde la publicidad en todas sus variedades, hasta la comunicación cotidiana en el trabajo, en el entorno familiar y social. ¿Cómo lograr en este contexto de hiper-saturación informativa que el arte conmueva? Esa es la pregunta que cada artista intenta responder cuando se enfrenta al reto de crear una obra de arte en la actualidad; respuesta han logrado conseguir en buena medida Yanel Sánchez, Sebastián Trujillo, Juan Ricardo Mejía, Danny Esquenazi y Juan Carlos Amaya; quienes conscientes de un contexto en el que y para que crean nos dan acceso con su propuesta artística a una dimensión paralela a nuestra cotidianidad, a esos espacios, a esas sensaciones a las que les pasamos por alto en nuestra veloz carrera del día a día.”
Los artistas que expondrán sus trabajos artísticos son:
Yanel Sánchez.
Este venezolano es heredero sin duda de Cruz Diez, el más importante artista óptico latinoamericano, su obra es una invitación a poner en actividad el pensamiento, dejando que los sentidos recorran, imaginen y configuren un sinfín de movimientos a partir de ésta propuesta digital de arte óptico, gracias a cuya prolongada observación podemos ingresar a un universo cromático en permanente transformación, desconectándonos del cotidiano, del pensamiento y el juicio, concentrándonos en la emoción, permitiéndonos el placer de una inmersión estética.
Sebastián Trujillo.
Este joven colombiano nos invita a detenernos y observar, algo que es menos frecuente cada día, conectados eternamente con la virtualidad. La “Picnolepsia”, un padecimiento médico y anteriormente infantil que no es más que ese perderse de lo que está pasando en el mundo real, se ha vuelto algo cotidiano, pues es común ver almuerzos familiares donde todos guardan silencio por estar contestando un chat.
La obra de Trujillo nos trae de vuelta al mundo real, poniéndonos en contacto con el accidente, con esos hechos que suceden sin que podamos dominarlos y que por ello son los más susceptibles de ser olvidados; temática que trabajada con una delicada estética nos lleva a la necesidad de inspeccionar el detalle, permitiéndonos la maravilla de experimentar el aquí y el ahora, un acto tan difícil para el hombre contemporáneo que es como visitar otro mundo, una dimensión olvidada.
Juan Ricardo Mejía
Escultor antioqueño cuya propuesta es un camino a otras dimensiones, a reconsiderar el espacio frente al no espacio o el espacio virtual. Obra tridimensional que mediante cortes y contrastes cromáticos y lumínicos, abre hendiduras arquitectónicamente calculadas que despiertan interrogantes e inquietudes sobre el interior; fijando un paralelo entre la presencia de la obra (lo que vemos) y su potencial interno (lo que imaginamos que puede haber dentro), un paralelo que es sin duda un símil del diálogo tecnológico contemporáneo, en el que la comunicación se basa no sólo en la información y recursos a los que tenemos acceso en el momento, si no siempre proyectando al futuro, a lo que hay más allá.
Danny Esquenazi
En la obra de este bogotano están en comunión la pintura y la escultura, estando sus composiciones desarrolladas con criterios claramente pictóricos, exaltados mediante la tri y bidimensionalización de la propuesta. Esta obra aparece en primera instancia ante nuestros sentidos como una creación de orden matemático, pero tras una mirada más profunda demuestra el espíritu sensible que la habita, logrando que los movimientos que su naturaleza óptica nos propone sean de una cadencia pausada, invitando a reflexiones amplias, favoreciendo recorridos tan diversos como significados oníricos posibles.
Juan Carlos Amaya:
Artista Bogotano que en su creación fusiona el arte óptico y con una temática y paleta Kitch que conectan al espectador fácilmente con su propuesta; invocando la estética del Pixel, que es ya para los tecnócratas un lenguaje cercano, haciendo que el diálogo con la obra se vuelva aún más cercano. Haciendo acopio del contraste cromático y aumentando el impacto sensorial mediante la bidimensionalización de su propuesta, nos enfrenta a la imagen de íconos mediáticos que son en mucho un retrato de la sociedad que nos circunda; pues si existe una forma de poder conocer la naturaleza del tiempo en que vivimos es conocer las conductas, entornos y sobre todo personajes que valoramos y exaltamos.
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