https://www.youtube.com/watch?v=CvhgnGlHtD4
Darwin Andrade nació en Quibdó, capital del departamento del Chocó, pero como dicen sus amigos, es de Montería, pues a los 2 años llegó a ésta ciudad en donde creció y realizó parte de su preparación para ser el gran futbolista que es hoy en día. A sus 5 años comenzó a jugar Béisbol queriendo seguirle los pasos a Edgar Rentería, pero el amor por su familia y el ver que varios integrantes de ésta jugaban y se emocionaban más por el fútbol, hace que Darwin a sus 11 años se decida por jugar el deporte del balompié masculino.
A sus 16 años con la firme convicción de querer cumplir sus sueños se presenta en la escuela de Alexis García, a la que ingresó en su segundo intento ya que el primer examen no lo aprobó. Gracias a su gran talento y queriendo hacer realidad sus sueños Andrade comenzó a escalar posiciones hasta llegar al famoso torneo del ‘Olaya’, allí creció profesionalmente logrando debutar en La equidad, luego pasa esporádicamente por Millonarios y finalmente da un gran salto al fútbol Europeo, jugando en el Újpest Football Club de la primera división de Hungría, para después llegar al Standar Lieja de Bélgica, equipo donde juega actualmente.
En los últimos días en la redes sociales se ha vuelto viral un video de Darwin y no precisamente jugando fútbol, más bien es un video mostrando su calidad humana, su humildad, la sencillez heredada de su familia y el orgullo de ser colombiano.
Esta cinta evidencia la manera de cómo un hincha del club Standard Liège de Bélgica se roba la atención del jugador colombiano luego de que éste último le obsequie su camiseta sudada, generando al instante una explosión en llanto de aquel apasionado seguidor, quien en medio del partido contra Cercle Brugge en el imponente estadio Maurice Dufrasne, no dejó de gritar y animar a su equipo.
Joan-Albert Torralba es ese hincha emocionado que protagoniza junto a Darwin ese video y quien habla del jugador con total seguridad, cuenta que admira su forma de jugar, su entrega en la cancha y sobre todo su humildad. Él ya tenía todo planeado, puesto que en un partido anterior, Darwin le había prometido su camiseta.
Lleno de esperanza por esa promesa decide hacer una bandera de Colombia y llevarla al estadio para que el jugador lo identificara, al finalizar el partido con una fuerza descomunal en su voz, al tiempo en que ondeaba la bandera, Joan gritaba a todo pulmón: ¡qué viva Andrade! ¡Qué viva Montería! ¡Eres el mejor! y fue así como Darwin, después de percibir semejante escena, se acercó gratamente al joven español y con un abrazo sentido, le entregó la 27 sudada de triunfo, tal como lo había anhelado.
Este video no ha sido mostrado por los canales nacionales, solo se ha visto por la redes sociales y es una lástima que haya sido así, como lo dice Carlos Soto en su artículo para Las 2 orillas, pues es aquí en este calor del caribe en donde debería tener mayor resonancia este ejemplo de valor y hermandad. Tal vez lo que sí se deja entrever es que muchas veces, un hincha del exterior valora más, entiende, apoya y da todo por un jugador cafetero que los propios coterráneos.
